El régimen chavista ordenó la detención de 32 personas, entre ellos civiles y militares. Y entre quienes no pudieron ser detenidos, porque por ejemplo debieron huir del país, se encuentra la periodista de Infobae Sebastiana Barráez, especializada en asuntos militares.
La dictadura venezolana los acusa de «traición a la patria» y da cuenta de cinco presuntas «conspiraciones» para «asesinar al presidente Nicolás Maduro con apoyo de Estados Unidos».
Así informó este lunes el Ministerio Público, dominado por el régimen.
«Todos los detenidos están convictos, confesos y han develado información sobre los planes en contra de la mayoría del pueblo venezolano y la sociedad democrática», dijo el fiscal general, Tarek William Saab, en una declaración ante la prensa. «No habrá contemplaciones legales, jurídicas contra ninguno de estos sujetos».
En diálogo con Clarin, el editor de la sección Mundo de Infobae, Laureano Pérez Izquierdo contó que a Sebastiana «la persiguen hace bastante en la dictadura de Venezuela» y que por eso desde hace unos años la sacaron del pais junto a su hija. Algo similar debieron hacer con otros periodistas pero que vivían en Nicaragua bajo la dictadura de Daniel Ortega.
La periodista está exiliada en un país de Europa y su lugar de residencia se preserva por seguridad. Pérez Izquierdo consideró las acusaciones como «un disparate», una «infamia absoluta que demuestra que no cambió un ápice esta dictadura».
Saab, de línea oficialista, detalló supuestos planes conspirativos develados a lo largo de 2023 y a principios de 2024, por los que además se emitieron órdenes de captura contra otras 11 personas, incluidos activistas de derechos humanos, periodistas y militares en el exilio.
El ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, estaba también entre los supuestos objetivos del magnicidio, según el fiscal.
Padrino dijo que las operaciones de las autoridades contra estas tramas se habían mantenido en secreto porque coincidieron con «conversaciones» entre Maduro y Estados Unidos, que llevaron a la liberación de detenidos en Venezuela en medio de la flexibilización de las sanciones impuestas por Washington al país caribeño.
El ministro responsabilizó de los planes a «la extrema derecha venezolana», como normalmente voceros del gobierno se refieren a la oposición, con «apoyo» de la CIA y la DEA.
Maduro, que aparece como candidato natural del chavismo a buscar la reelección en 2024, denuncia con frecuencia planes conspirativos para derrocarlo, normalmente con los mismos responsables: Estados Unidos, la oposición y narcotraficantes colombianos.
El 15 de enero, durante la presentación de su memoria y cuenta ante el Parlamento, el mandatario denunció las conspiraciones a las que Saab se refirió este lunes.
El primero de estos planes se reportó en mayo, con 11 detenidos y tres órdenes de búsqueda, por cargos de «conspiración, traición a la patria, revelación de secretos militares, tráfico ilícito de armas y municiones», puntualizó Saab.
En el segundo, con tres detenidos, «se determinó que un grupo de civiles y policías estaban operando en coordinación con miembros de una organización de inteligencia extranjera» para «acceder a información confidencial relacionada con la seguridad presidencial».
«Siempre tienen la obsesión de un magnicidio contra el jefe de Estado, el presidente Nicolás Maduro, una obsesión que no les ha dejado dormir», añadió el fiscal.
El tercero buscaba presuntamente atentar contra la vida de Maduro y Padrino. Hubo cinco detenidos.
El fiscal precisó que el cuarto caso develado -con cinco arrestos y dos buscados- estaba relacionado con «presuntas actividades de espionaje y terrorismo» que buscaba información militar «para remitirla a la CIA».
El último, dijo Saab, fue bautizado «Brazalete Blanco» y buscaba «iniciar una escalada de actos terroristas para atentar contra la vida» de Maduro en el comienzo del año. Siete personas están detenidas y seis solicitadas, incluida Tamara Suju, abogada de derechos humanos exiliada en República Checa, y Barráez.
Fue divulgado un video en el que uno de los inculpados vinculó en este plan a la dirigente opositora María Corina Machado, quien enfrenta una inhabilitación política con el objetivo de ser candidata presidencial. Su nombre es tapado por un pitido, pero es posible leerlo en los labios del acusado.
«Vendrán nuevas detenciones», advirtió Saab, sin mencionar expresamente a Machado.