En España, adonde viajó tras dejar la Casa Rosada, Alberto Fernández mantuvo un encuentro con Pedro Sánchez. El primer ministro de ese país es, según el propio expresidente argentino, un “querido amigo”. Pero es, además, el orador que criticó el discurso de Javier Milei en el Foro de Davos. Fernández aprovechó el encuentro para sumarse a los cuestionamientos al libertario. «La libre competencia de los mercados no puede convertirse en la ley de la selva», sostuvo.
«Hoy me reuní con el presidente Pedro Sánchez. Una vez más compartimos nuestra preocupación por el singular momento que atraviesa el mundo. Le expresé mi acuerdo con su discurso en el Foro de Davos, en donde señaló que el auge de políticas autoritarias y el crecimiento de la extrema derecha, representan enormes peligros para el Estado de Derecho y promueven una polarización en las sociedades que solo las dañan», dijo el presidente del PJ.
La figura del PSOE fue uno de los oradores en Davos. Su intervención tuvo lugar después del discurso de Milei, en el que el argentino advirtió que “Occidente está en peligro” por una visión que conduce “al socialismo y la pobreza”.
En su alocución, Sánchez mostró su total desacuerdo con el presidente argentino.
«Los que aprendimos a no creer en la mano invisible del mercado, no podemos profesar ahora una fe ciega en la mano invisible de la Inteligencia Artificial», sostuvo el primer ministro español. «La invisibilidad suele buscarse para hacer el mal, no el bien», concluyó al respecto, en su intervención del miércoles.
Sánchez, además, había tomado distancia de Milei durante la campaña presidencial en Argentina. Cercano a Fernández, llegó a grabar un video de apoyo para la candidatura de Sergio Massa. Tras el recambio en la Casa Rosada y el viaje de Alberto F. a España, circuló la versión de que se incorporaría como asesor del primer ministro de ese país, una posibilidad que el mismo Sánchez se encargó de desmentir.
Alberto Fernández, por el Estado y contra la libre competencia
En su posteo de Instagram, Fernández profundizó su distancia con el ideario de Milei, aunque sin mencionar directamente al libertario.
En ese sentido, postuló como «el gran desafío (…) asegurar una justicia social que garantice vidas dignas para todas y todos». Y se refirió al rol del Estado.
«Eso sólo puede lograrse respetando la convivencia democrática y promoviendo un desarrollo armónico entre el Estado y las empresas. La libre competencia de los mercados no puede convertirse en la ley de la selva. El Estado debe estar presente para cuidar y proteger los derechos ciudadanos», expresó Fernández.
Enumeró al «cambio climático, la igualdad de géneros y la libertad con equidad» como puntos de «una agenda urgente y necesaria».
Además del encuentro con Pedro Sánchez, Alberto Fernández tuvo otra reunión internacional en los últimos días. Fue con el papa Francisco, después de que el sumo pontífice adelantara que evalúa viajar a la Argentina, una visita por ahora esquiva.
«Tuve la dicha de poder escuchar una vez más con humildad sus valiosas reflexiones sobre el presente de nuestro mundo», contó Alberto F. desde sus redes sociales, tras la visita del lunes en el Vaticano, en la que lo acompañó su pequeño hijo Francisco.