Martín Arjol, uno de los cinco diputados de la Unión Cívica Radical que votó a favor de mantener el veto del presidente Javier Milei a la ley de reforma de la movilidad jubilatoria, dijo este jueves que su apoyo no incluyó ningún “decisión de toma y daca” con el mandatario
“Lo hicimos con convicción. De la primera aprobación al día de ayer hubo hechos nuevos, el veto. El equilibrio fiscal ha demostrado una baja consistente de la inflación. Y finalmente la reunión con el presidente, donde nosotros planteamos algunos interrogantes porque parecía que había una especie de animosidad del presidente hacia los jubilados y él fue muy claro. ‘De ninguna manera’, nos dijo, ‘yo necesito mantener el equilibrio fiscal para que haya una baja consistente de la inflación’”, explicó Arjol durante una entrevista con Radio Mitre.
Arjol fue uno de los cinco diputados nacionales radicales -junto al tucumano Mariano Campero, el correntino Federico Tournier, el cordobés Luis Picat, y el neuquino Pablo Cervi- que anunciaron que cambiarían su voto y que el lunes último se reunieron en Casa Rosada con el presidente Milei.
Salvo Tournier, que en junio -cuando se votó la media sanción- todavía no era diputado, los otros cuatro habían votado a favor del proyecto vetado, que recompone e instala una nueva fórmula jubilatoria.
Por otro lado, respecto a la posible expulsión del radicalismo, el diputado lo aceptó pero pidió que “si el partido tiene que tomar la decisión de expulsarnos que la tome ya”.
“Pero a mi me parece raro que los mismos que me quieren echar son los que hace dos años tenían otro bloque. Cuando yo entré (a la Cámara) en el 2021 después de ganar las elecciones en Misiones el radicalismo tenía dos bloques, y en ningún momento nadie tomó la decisión de expulsar a alguien. A veces siento que hay radicales de primera y radicales de segunda”, dijo el misionero, en clara alusión a Martín Lousteau.
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